Encuentro del vicepresidente Aurelio Abreu, el consejero delegado del IASS, Miguel Ángel Pérez, junto a la gerente del Organismo Marta Arocha, con representantes de la Plataforma Tenerife Discapacidad.
Esta experiencia, que forma parte del proyecto Conoce nuestro entorno, que tiene por finalidad la promoción entre los usuarios de un ocio pleno y de calidad en un contexto diferente al habitual, contó una vez más con el apoyo de la asociación de padres del centro, Aspamco.
Como todos los años, el Centro Ocupacional Los Verodes, ubicado en el municipio de La Laguna y gestionado por el Instituto Insular de Atención Social y Sociosanitaria (IASS) del Cabildo tinerfeño, procura ofrecer a sus usuarios una acción novedosa y amena que les permita acceder a otras realidades y personas fuera del entorno al que están acostumbrados.
El vicepresidente primero y consejero de Bienestar, Sanidad y Dependencia del Cabildo, Aurelio Abreu, justifica tal colaboración por el fundamental papel que Ahete lleva más de 20 años desarrollando en la Isla
Es un recurso lúdico y educatico itinerante, un servicio de refuerzo y apoyo
Se busca favorecer un ocio positivo que ayude al desarrollo personal y comunitario
Los beneficios del juego son considerables e indiscutibles. Jugar es un derecho universal de los niños, indispensable también a lo largo de la vida. Familias, educadores e instituciones tienen la responsabilidad de garantizar las condiciones necesarias para el juego todos los días del año, y fomentar sus beneficios para el desarrollo infantil y la calidad de vida de las personas en general. El juego constituye una actividad esencial para el desarrollo del individuo, como es la educación, la alimentación o la salud; además de ser una valiosa herramienta para generar una sociedad mejor, fomentando la comunicación entre las personas, profundizando en las relaciones de una comunidad y reconciliando posturas antagónicas.
Los beneficios del juego son considerables e indiscutibles. Jugar es un derecho universal de los niños, indispensable también a lo largo de la vida. Familias, educadores e instituciones tienen la responsabilidad de garantizar las condiciones necesarias para el juego todos los días del año, y fomentar sus beneficios para el desarrollo infantil y la calidad de vida de las personas en general.