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El Cabildo de Tenerife acogió  la apertura de curso académico 2009-2010 del programa universidad para mayores de la Universidad de La Laguna (ULL). El acto contó con la presencia del presidente del Cabildo, Ricardo Melchior, el rector de la ULL, Eduardo Domenech, la viceconsejera de Bienestar Social e Inmigración del  Gobierno de Canarias, Natividad Cano Pérez, la vicepresidenta y consejera insular de Bienestar Social, Cristina Valido, el director territorial de Educación del Gobierno de Canarias, José Zenón Ruano Villalba y la consejera Insular de Juventud, Educación e Igualdad, Josefa García Moreno.

Este programa universitario está pensado para personas con más de cincuenta años que en su día no pudieron acceder a los estudios universitarios o que, por el contrario, vuelven al centro académico para reciclar sus conocimientos. Tras los saludos protocolarios, intervino el director académico, José Arnay, quien señaló que mientras que en el curso 2008-2009 fueron 137 las personas que se matricularon en el programa, para el presente el número de alumnos asciende a 162. El 72 por ciento es alumnado de nueva matrícula y el 28 por ciento es alumnado egresado, que una vez que ha terminado el ciclo de 3 años deciden continuar su formación en el Programa.  Con respecto a las edades, el 63 por ciento del alumnado tiene entre 50 y 65 años, mientras el 27 por ciento restante tiene 65 años y más. Además el 72 por ciento son mujeres y el 28 por ciento son hombres. Estos datos indican que el alumnado mayoritario es relativamente joven y constituido por un alto porcentaje de mujeres frente a los hombres, explicó el responsable durante su intervención.

El director académico destacó además que a largo de estos once años el Programa es ya una realidad asentada en nuestra Universidad y proyecta sus beneficios, no sólo al alumnado que en él participa, sino al conjunto de la sociedad tinerfeña, puesto que puede rondar la cifra de 600 personas mayores de 50 años las que han participado en el mismo a lo largo de estos años.

Desde su inicio nuestro principal objetivo ha sido contribuir a divulgar una amplia variedad de materias relacionadas con las ciencias sociales, las humanidades -arte, literatura, geografía de Canarias, historia-, o las ciencias y la tecnología, -ciencias de la tierra y del medio ambiente, las ciencias de la salud, las ciencias jurídicas y económicas-, así como  informática o lenguas extranjeras. Un plan de estudios pensado para que las personas mayores, con independencia de su formación previa, accedan a la universidad para actualizar su conocimiento y conocer nuevos aspectos del desarrollo científico y humanístico, añadió Arnay.

Más allá de lo estrictamente académico, explicó que el Programa también trata de contribuir a cambiar dos aspectos que nos parecen fundamentales, tales como “transformar los estereotipos sociales que suelen asociar a las personas mayores con la idea de enfermedad, de pérdida, de deterioro, de disminución de facultades físicas y mentales así como al aspecto “propiamente educativo.

El Programa puede ser un entretenimiento, una forma de ocupar el tiempo, hay momentos de diversión, de compartir la amistad y el compañerismo, pero es, sobretodo, un espacio en donde se educa, donde tratamos de desarrollar las enormes posibilidades y potencialidades que desarrollan las personas mayores en situaciones de aprendizaje formal e informal. Constatamos que son notables los cambios que se producen en sus comportamientos, actitudes, habilidades y perspectivas sobre la realidad, lo que nos demuestra que esta etapa de la vida está completamente abierta a nuevos, variados e importantes cambios en el pensamiento y la acción.  Pero no sólo es importante que estas personas estén en las aulas universitarias, sino si su estancia, más o menos larga en la universidad, les puede proporcionar estrategias, procedimientos y actitudes para que continúen con ganas de aprender más cosas también cuando no estén en ellas, concluyó José Arnay.

Por su parte, el presidente del Cabildo se dirigió a los alumnos para decirles que estaban dando un ejemplo muy positivo a toda la sociedad, en el sentido de que aún siendo mayores, no debían rendirse ni caer en el abatimiento. “La formación es extremadamente importante para entender qué pasa en la vida y por qué suceden las cosas”. El acto lo cerró el rector de la ULL, quien agradeció al Cabildo el hecho de que esta ceremonia, plenamente académica, se pudiera celebrar en la corporación insular, lo que en su opinión da muestras del profundo carácter social de este Programa. También felicitó a los alumnos por haber sido capaces de coger las riendas de sus vidas, dijo, y apostar por aprovechar el tiempo libre para formarse.

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