La Congregación Fraternidad de la Divina Providencia gestiona estos recursos, ubicados en La Laguna, El Sauzal, La Matanza de Acentejo y La Orotava
Un grupo de 60 personas pertenecientes a los cuatro centros para personas con discapacidad intelectual que gestiona la Congregación Fraternidad de la Divina Providencia y dependen del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria, IASS, del Cabildo, viajó recientemente a diferentes ciudades europeas con el fin de facilitar su integración social y mejorar su calidad de vida.
Los destinos elegidos para este ‘Viaje a la ilusión’, que se celebra hace ya varios años, fueron Viena, Budapest, Bratislava y Praga. Así, los beneficiarios de esta actividad (38 usuarios y 22 de los profesionales que trabajan en los centros), pertenecen a los hogares Jesús de Nazaret (La Matanza), Villa María de Nazaret (La Orotava), Cortijo José de Nazaret (El Sauzal) y Posada La Semilla de Nazaret (La Laguna).
El objetivo de este tipo de actividades, que organiza la congregación con el apoyo del IASS, es que los usuarios tengan la posibilidad de viajar sin perder la asistencia y los cuidados que necesitan. De igual modo, se facilita, con ello, su integración en la sociedad y que mantengan el contacto con el resto de la población.
La Congregación Fraternidad de la Divina Providencia llegó a la Isla de la mano del Cabildo de Tenerife para gestionar el Hogar Jesús de Nazaret, propiedad de la Corporación que está ubicada en el municipio de La Matanza, en virtud de un convenio firmado en noviembre del año 1999. Le siguieron la Villa María de Nazaret, en La Orotava; el Cortijo José de Nazaret, en El Sauzal y la Posada La Semilla de Nazaret, en La Laguna.
Los servicios que se prestan en estos centros abarcan un área asistencial y otra educativa. En la primera se cubren las necesidades básicas de higiene, alimentación, cuidados, enfermería y, además, se trabajan valores y actitudes, tales como el respeto y la parte afectivo sexual. En la segunda se presta apoyo afectivo y emocional al individuo, y también se interviene a nivel cognitivo favoreciendo el desarrollo de las habilidades sociales que son necesarias para relacionarse con el entorno, tales como saludar, despedirse o agradecer.
Esta área psico-educativa se lleva a cabo a través de los diferentes talleres de costura, carpintería, fisioterapia, pintura, psicomotricidad e informática. Cada uno de estos talleres tiene un objetivo en cuanto a la mejora de la movilidad, el detenimiento del deterioro físico, y la potenciación de capacidades físicas, entre otros cometidos.
Se realizan, también, talleres de manualidades en los que se potencia el trabajo en grupo al mismo tiempo que el respeto a la diferencia; favoreciendo con ello el desarrollo de las creatividades. Hay residentes que tienen más movilidad que otros, y en función de ello participan en unos talleres y actividades.